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Mi bonsai en invierno ¿Qué especies aguantan el frío?

Índice: Mi bonsai en invierno ¿Qué especies aguantan el frío?

Mi bonsai en invierno: ¿Qué especies aguantan el frío?

Llega el general invierno y te preguntas cuánto podrá resistir tu arbolito. Algo tan pequeño y delicado no debería estar sólo y desamparado sufriendo a la intemperie, siendo azotado por todas las inclemencias del riguroso invierno.

A ver, tranquilo. No dramaticemos… En primer lugar has de preguntarte que especie/s de bonsai tienes, si es perenne o caduco y la zona o región que habitas.

Está claro que un árbol tropical (ficus en general, buganvillas, carmonas, serissas, sageretias…) y algunos de climas subtropical tales como los naranjos, limoneros, cicas… no soportan temperaturas por debajo de los 6-4 grados en general.

Pero si tu bonsai es una conífera (pinos en general, cedros, abetos, piceas, cipreses, tejos), un junípero (enebros y sabinas, juniperus chinnensis, procumbens nana…) y por supuesto la mayoría de los caducos tales como arces, cerezos, granados, membrilleros, ulmáceas, hayas, robles… No deberías tener mayor problema incluso con heladas putuales. 

En cuanto al rey de los perennes en nuestro querido Mediterráneo, el acebuche (y el olivo), sabemos que son auténticos heliófilos pero también son capaces de soportar temperaturas en torno a los 3-4 grados bajo cero.

 

Cuando las heladas persistan o venga una de esas olas de frío siberianas que baja el mercurio más de la cuenta, NI SE TE OCURRA METER LOS ÁRBOLES EN CASA. Piensa una cosa: ¿Qué te ocurre a ti cuando te empeñas en estar a 24 grados en casa y sales a 0 grados a la calle, para después tomar el transporte público a otros 20 y tantos grados? En efecto: gripazo al canto. 

Tu bonsai es un ser vivo y le ocurre lo mismo: empezará a perder hojas, puede brotar eventualmente y de forma débil y decolorada e incluso, en el peor de los casos, llegar a morir.

Piensa que los árboles son supervivientes que han aprendido a adaptarse sin huir por piernas, como los animales. Ellos generan sus propias defensas en el sitio donde crecen, en simbiosis con hongos, otras plantas y con defensas químicas. 

Por tanto, gran consejo: 

Opción A) Sitúalo de forma más reservada, al abrigo de otros árboles más altos y frondosos y que toleren mejor el frío

Opción B) Ponlo más pegado a un muro o tabique, bajo el alero del tejado y reservado del viento

Opción C) Hazte un pequeño invernadero donde, pese a estar fuera, no estará ni a 24 grados con higrometría por los suelos ni a plena intemperie a -6 sino algo intermedio y con humedad ambiental adecuada

Cumpliendo alguno de estos requisitos será más que suficiente, permitirás el letargo invernal y consecuente descanso de tu árbol y su salud no se resentirá. Además, recuerda que la mayoría de las especies caducas precisan de estos fríos para brotar y fructificar adecuadamente.

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