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¿Rojo para San Valentín?

Índice: ¿Rojo para San Valentín?

Hombres del mundo: No me seáis monocromáticos para San Valentín

Existen del orden de 30.000 cultivares diferentes de rosas. La gama de colores es tan, tan amplia… que desafiaría hasta al ojo más experto en gamas cromáticas.

La historia real de San Valentín no tiene nada que ver con Cupido, esa es una cuestión mitológica adaptada a la actualidad y que se cuenta con mucha frecuencia como el origen del día de los enamorados y el motivo de regalar rosas rojas. Pero esa no es la histórica y tradicional y a la cual se le debe el mismo nombre de «San Valentín» y la costumbre de regalar flores. 

Así que vamos con la historia: En el siglo III d.C., en Roma, había un médico y sacerdote llamado Valentín que era conocido por aconsejar y celebrar matrimonios entre jóvenes enamorados, en concreto, aconsejaba el matrimonio y casaba a los jóvenes soldados. 

Su fama se extendió y el emperador Claudio II (apodado «El Gótico»), contrario a esta práctica, publicó un edicto  prohibiendo los matrimonios de los jóvenes militares ya que veía esto incompatible con la carrera de las armas. Él mismo había sido militar y bastante sanguinario, por cierto.

Vale, hasta aquí no estamos dando explicación de porqué no es necesario regalar rosas rojas en exclusiva… Pero la historia se pone ahora interesante.

Al pobre Valentín lo encierran y condenan a muerte, el motivo es doble: el emperador es contrario a los cristianos y su doctrina y le es mucho más conveniente que los jóvenes no se casen ya que de este modo, en aquella época, los varones eran mucho más útiles como militares y convenía más su soltería, sin estar ligados a ninguna mujer. 

Pero es entonces cuando ocurre algo durante el cautiverio de este sacerdote, que convierte el 14 de febrero de todos los años en una ocasión especial para regalarse flores entre los enamorados:

Estando en prisión, la víspera del 14 de febrero, día previo a su ejecución, Valentín cura la enfermedad de la vista de la joven hija del guardia de prisión. 

A la mañana siguiente, Valentín es decapitado, por orden del emperador. 

La joven, curada de su ceguera, decide homenajear al sacerdote llendo a visitarlo con regularidad a su sepultura y planta un hermoso almendro junto a su tumba, que florece de forma espectacular. 

Se extiende la fama de santidad de este hombre y muchos enamorados se encomiendan a él, le piden milagros, hacen promesa y lo homenajean el 14 de febrero de cada año. 

Valentín es declarado santo por la Iglesia Católica y su fiesta es celebrada popularmente ya desde el siglo V y reconocido como patrón de los enamorados, hasta el día de hoy.

Pasan los siglos y la inmensa mayoría ha olvidado esta historia, que se pierde en la noche de los tiempos. Sin embargo, el 14 de febrero pervive 1.700 años después como la fecha en que millones de parejas en todo el mundo celebran su amor con la fragancia y el color de las flores como regalo.

Y mi pregunta es ¿dónde está aquí, en la historia originaria de San Valentín, la costumbre de regalar rosas ROJAS? Si, el rojo es símbolo del fuego, la pasión…

Pero todo eso es un simbolismo que tu no tienes por qué seguir. Tu puedes regalar por San Valentín a tu pareja el color de rosa que más le guste (es muy posible que no sea el rojo además) puedes regalar tulipanes, alstroemerias, gerberas, girasoles… de un color diferente o un variado y colorido conjunto de todas ellas. 

Así que piénsalo bien:

¿Cuál es el color favorito de mi pareja?

¿De qué flor me ha hablado en alguna ocasión?

¿Cuáles son los colores que más usa?

Pero vaya, que si te tiemblan las piernas y eres indeciso/a, tenemos rosas de muchos colores; también rojas.

 

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